martes, 9 de febrero de 2016

Patagonia rebelde 15 de enero 2016

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VIERNES, 15 DE ENERO DE 2016
A LA VISTA

Patagonia rebelde 

Festivxl de la Diversidad en El Bolsón alzó nuevamente su voz contra las violencias que se ejercen sobre los cuerpos disidentes y también contra el medio ambiente. Entrevista a Analía Pavicich, figura fundamental de esta gesta.
 Por Magdalena De Santo
Después de siete años consecutivos la comarca hippie de El Bolsón inauguró, para arrancar este año de incertidumbre, una nueva edición del Festivxl de la Diversidad. Los días 6, 7, 8 y 9 de enero fueron la “oportunidad de un encuentro anual, un final y un comienzo; un encuentro entre redes que venimos tejiendo y haciendo crecer a diario”, escriben colectivamente desde la organización.
Es que la Patagonia es rebelde por historia y marca un pulso de militancias autónomo que se sostiene en el tiempo y no se parece demasiado al porteño. La comparación resulta inevitable. Juntxs y sin líderes, estas bandurrias revolotean por encima de la dicotomía macrismo-kirchnerismo alegres de no haber sido cooptadas por los gobiernos. Tampoco se oye el discurso macho de la izquierda sino más bien la altanería maricona de defender el medio ambiente. Piensan economías alternativas y hacen lo que hacen siempre mirando arriba de la cabeza donde se impone la montaña o el lago. Así, la tierra nuestra se defiende con el mismo ahínco que la sexualidad liberada. La permanencia contra los modelos extractivistas, la lucha por tierras que no son exactamente del tono multicolor Benetton, la preocupación por los incendios se funde con la humedad lesbiana y el asesinato del patriarcado a fuerza de pijazos por el ano.
El festival de diversidad de El Bolsón sobrevive sin ningún tipo de alianza con el Estado Nacional, ni Provincial ni Municipal, permanece en el desamparo legal pero con enorme legitimación popular. Jactancioso, despliega proyecciones de películas y cortos, muestra de fotos, obra de teatro, varieté en una carpa mágica en la que más de una se le piantó un lagrimón con la voz de Roma Roldán y celebró que la anfitriona Marlene Wayar pueda, con su amorosidad piquetera, señalar algún privilegio heterosexual que se asoma. Y hubo más, radio abierta, fogón, picnic asambleario frente al Lago Puelo que dio cuenta de una militancia lgbtiq que se pone más radicalizada. Y la marcha. Nuestra marcha de la muerte de la moral, guerrillera de la subversión sexual. Para acabarla, un mega sonido punchi punchi que lo inunda todo: Plaza Pagano, honrando a su nombre, obliga a quien quiera caminar por la calle principal a participar de nuestro ritual hereje lleno de cabezas teñidas. Y más, porque después de la marcha, y de los tetazos en la calle, después de la proyección de video homenaje a Diana Sacayán y que toque Sussy Shock con una banda de músicos de la comarca, el cuerpo cansino no se detiene y viaja por el ripio hasta más adentro de los bosques, directo al Mallin ahogado, para encontrarse con más superficies de placer. El tema de nuestro verano es de La Bouche y lo tarareamos todo el rato. El fiestón asediado por tortas que exigen cumbia y desvían la posibilidad de hacer otra fiesta electrónica dura hasta más allá del amanecer, con un fogón que calienta el camino hacia más atrás, allí donde se ubica la carpa genital. Porque, como dice Rafaela, para hacer bien el sexo hay que venir al sur. El cogedero del bosque, la carpa genital, nos cobija como espacio seguro. Las maricas hacen la cola y se apiñan para meterse de a montones. Pero las bisexuales y lesbianas con algunos recorridos de pudor feminizado y marcas de miedo y violencia en el cuerpo no arriman. Igual cogen. Todxs cogen. La organización coge. Lxs músicos cogen. Si no es en la carpa genital, en esa penumbra contra un pino que chilla erguido hacia la estrella de orión.

En esa montaña hay una lesbiana

Insertas en la cadena montañosa de los Andes, mirando a ese horizonte de nubes que graba el soplido de los vientos más que de las voces humanas, Amalia Pavicich, “la tía” que hace 15 años migró para Bolsón, con la energía arrolladora de una profe de educación física se divierte en la compulsión incesante de hacer esta movida durante ocho años. Hablamos de las improntas de este sur, “de festejarnos en esta naturaleza: es un medio que nos ayuda y resulta amigable para hacer un activismo distinto. Parece una pavada, pero el contexto hace las cosas muy distintas”, de autonomía y de los peligros de mercantilización de la protesta sexual.

Hace tres años el festival dejó de llamarse por la diversidad sexual, para llamarse Festival de la Diversidad a secas. ¿Por qué?

–Mirá, esta decisión no le quita su contenido disidente. De lo que se trata es de ampliar los bordes, reunirnos, ampliarnos. Acá confluyen distintos movimientos artísticos locales y políticos. Los que hacemos esto estamos en las marchas por la megaminería, contra el proyecto megainmobiliario Laderas, por el esclarecimiento del asesinato en la comisaría del Coco Garrido, no sólo por lo sexual.

Decían que la particularidad de esta 8va edición es la necesidad de historización. ¿De qué se trata?

–Sí, siempre sostuvimos que el Festi era de arte y visibilidad. Pero pensamos que hay que darle una vuelta de tuerca a esto de la visiblidad y luchar porque se garanticen las leyes. Desde la ESI hasta aborto no punible o encontrar unx médicx amigable. Acá las socorristas en red hacen laburos fuertes con el hospital que tiene un equipo ginecológico que es objetor de conciencia. El laburo de las socorristas también enmarca al Festi.

¿Por qué cambiaron el recorrido de la marcha?

–En realidad sólo cambiamos el punto de salida al CIC, que funciona con una mesa local y que corre peligro su estructura horizontal. Se trata de convocar a la gente del barrio, que es del otro lado del río y también defender ese espacio.

¿Pero qué pasa del otro lado del río que todo el mundo aclara?

–Este pueblo está atravesado por el Quemquemtreu y hay una división geográfica que también es una división social muy fuerte. Por ejemplo, del otro lado, recién ahora hay gas. En esa división fuerte está la dicotomía hippie/paisa, los de allá y los de acá: a los de acá se los llama NYC (Nacidos y criados). Sobre esas lógicas binarias hay que seguir trabajando, por eso cruzamos el río también.

Desde la organización, ¿qué particularidad tiene este año el festival?

–Me parece que la identidad que tenemos como Festi es que es básicamente artístico y está hecho desde las ganas, gestionado por nosotrxs con muy pocas expectativas. Ahora, este año, logramos una autogestión bastante interesante. Otros años hemos mangueado al Inadi o a Cultura de la Provincia, pero esta vez nada. Eso nos da más libertad.

Autonomía total...

–Sí, igual ojo que la autonomía no significa que hacemos todo solxs sino que logramos crear otras redes solidarias. De hecho hoy comimos con los aportes de los distintos negocios. Eso también es romper con lógicas patriarcales y capitalistas. Eso es para mí lo más lindo: armar red. Pudimos salir de la lógica capitalista de “se necesita dinero para hacer un festival”, y cubrir las necesidades desde otros lugares.

No quieren ganar un mango con esto.

–No. Y El Bolsón tiene una lógica del turismo muy fuerte, y es una práctica que hay que desentrañar. Como el festival creció tanto hay una idea de cooptarlo para el crecimiento económico. Y nosotras y nosotros no queremos estas lógicas, sino estar laburando para recrear el mundo.

Mirá si con el Festival El Bolsón se termina convirtiendo en el centro patogónico-turístico gay friendly...

–¡No! No queremos un Bolsón gay friendly ni a palos. Queremos cambiarlo todo.

Blasfemia de la muerte 18 de diciembre 2015

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VIERNES, 18 DE DICIEMBRE DE 2015

Blasfemias de la muerte

 Por Magdalena De Santo
La idea de que Jesús y el discípulo amado tenían una relación sexual se remonta, al menos, al siglo XVI. La lectura gay de Jesús tiene su historia de ocultamientos a base de terror. El primer dato que aparece de persecución homófobica al respecto es en 1550 a un ciudadano de Venecia, Francesco Calcagno, investigado por la Inquisición tras un reclamo de herejía. Es que había dicho “San Juan era el sodomita de Cristo”. Después, el gran dramaturgo inglés Christopher Marlowe –aquel que se dice le escribía a Shakespeare– fue castigado por sus palabras fatales: “San Juan Evangelista fue compañero de cama de Cristo, y se apoyó siempre en su seno, y quien lo usó como los pecadores de Sodoma.” Extrañamente, a pesar de que Marlowe era una de las grandes estrellas de la literatura de su tiempo, fue perseguido y asesinado en una taberna por Richard Baines; el mismo que lo había acusado de ateísmo y blasfemia. La ejecución extrajudicial del dramaturgo no sólo prueba los cánones culturales sino que además parece mostrar que cualquier sugerencia de una relación homoreótica era vigilada y castigada, y si era necesario, el método sistemático del terror implementado. Prueba de eso, el amigo y compañero de Marlowe, Sir Thomas Kyd, fue torturado para testimoniar. Quizá por eso también, trazar una lectura afirmativa gay del hijo de Dios nos permite reivindicar esa tradición oscurecida por el horror que siguió en los últimos siglos con la persecución del filósofo liberal Betham y el psicoanalista Grodeck.

Dibujo Libre 18 de diciembre 2015

VIERNES, 18 DE DICIEMBRE DE 2015

Dibujo libre 

 Por Magdalena De Santo
Y como para muestra falta un botón, existen variadas representaciones del noviazgo de Juan con Jesús. La última cena, uno de los momentos bíblicos más pintados se hace cargo del joven amado al menos desde el siglo XII, y siempre con los roles bien marcados. El mancebo yace en esa posición que hasta hoy nuestros cuerpos piden a gritos cuando falta: apoyar la cabeza en el pecho en ese huequito perfecto del encastre, escuchar el corazón palpitar al amante.  “La vocación de San Juan”, una miniatura anónima del siglo XII, arenga a las maricas dudosas o closeteras que sospechan que ese pecho del remanso tiene cara de mujer. En latín se escribe literalmente: “Levántate, deja el pecho de tu novia, y descansa en el pecho del Señor Jesús”, mientras el hijo de Dios se divierte haciéndole cosquillas en la barba a su acompañante. Alberto Durero, Valentín de Boulogne, Ary Scheffer por citar algunos, pintan el extasiado descanso. Incluso en el siglo XX aparece todo el multiculturalismo a color “Jesús y el discípulo amado” del artista John Giuliani en una mezcla Inca-cristiana y marica.
Artistas de la comunidad LGBT también han versionado The Last Supper. La artista lesbiana Becki Jayne Harrelson imaginó la madonna tortillera enamorada, la Resurrección Lesbiana hasta, obviamente, la comida final. Distinta de Leonardo, los varones están explícitamente papando moscas mientras los amantes en el centro se miran a los ojos embobados. Douglas Blanchard tiene más de 24 lienzos, en una serie llamada “La pasión de Cristo: una versión gay” –el libro está a la venta– Jesús parece un escapado de San Francisco, con jeans y en cuero, acompañado por manifestante o azotado por los guardias de un comic bdsm. Ahí el acento en el rojo pasión del vino se mezcla con más de un amante, porque el nuevo milenio cristiano parece habernos preparados más que para la tregua afectiva, para la incertidumbre descontrolada del bullicio capital.

Intimidades del señor 18 de diciembre 2015

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VIERNES, 18 DE DICIEMBRE DE 2015

Intimidades del señor

Tanto las fantasías como las investigaciones que indagan en la sexualidad de Jesús han sido tratadas como sacrilegios o como pérdida de tiempo. El pastor Thomas Dixon Hanks, pastor norteamericano cofundador y ex director del ministerio multicultural de minorías sexuales Otras Ovejas, es uno de los tantos investigadores que postulan la existencia de un Jesús queer, en el sentido de subversivo de todos los órdenes, incluido el de la masculinidad. 
 Por Magdalena De Santo
Para algunos puede resultar desopilante la pregunta por la sexualidad del bebé pronto a nacer. La tradición opresiva de la institución eclesiástica nos hace mirar, al menos a los ateos, con una mueca de desconfianza cualquier análisis de este tipo. Incluso podría sonar como una pregunta paródica, pero la navidad se nos impone por calendario. Podremos argumentar que no nos importa nada relativo a la vida de Jesús porque se lo ha utilizado para legitimar distintas injusticias –económicas, racistas, esclavistas– a lo largo de estos dos milenios. ¿Pero si Jesús fuese gay por puño y letra sagrada? ¿Si fuera el propio homolesbobitransodio lo que no nos permite leer al Cristo Gay? ¿Y si la pregunta en sí misma ya significara un modo de echar un poco de vino espumante a tanta tradición?

De la erotofobia al heteroseximo

Existe una historia de erotofobia en general por la tradición cristiana que asume que ocuparse de las relaciones interpersonales de Jesús es considerarlo pecador. Y decimos erotofobia porque bajo este precepto la esfera de la sexualidad sería un aspecto necesariamente negativo. “Si Jesús era totalmente humano, debió ser totalmente erótico. Eso significa que la sexualidad es algo positivo. Necesitamos recuperar el concepto de que la sexualidad es maravillosa y positiva”, escribe el reverendo Bob Shore-Goss, pastor gay miembro de las históricas organizaciones ACT UP y Queer Nation, autor de varios libros sobre el tema, entre ellos Queering Christ y Jesus ACTED UP: A Gay and Lesbian Manifesto.
La sexualidad positiva de la vida del niño nacido entre las pajas de Belen fue sintonizada con los apetitos de la carne mediante relatos populares. Sin embargo, siempre que lo vincularon eróticamente con alguien, lo recrearon heterosexual. El popular Jesucristo Superstar lo emparejaba con María de Magdalena, como también lo hizo Nikos Kazantzakis en La Última Tentación de Cristo o el best seller El Código Da Vinci que se esfuerza por demostrar que el discípulo amado de la última cena era la prostituta. Así el precio de salir de la erotofobia cristiana se pagó con la moneda de cambio que bien conocemos: el heterosexismo.
Más allá de valorizar la erótica de la carne para Goos “Si Cristo no era homosexual, al menos era queer. Lo digo porque rompió las reglas de su cultura, de la heterosexualidad obligatoria. Alteró la masculinidad y los códigos de género en su cultura”. En efecto, para Goss lo más revulsivo en la época greco-romana no era tanto que los varones mantuvieras relaciones homoeróticas sino más bien la feminización del macho. La norma no recaía tanto en lo sexual como en el género: Lo abominable, según la Biblia, es que un hombre duerma con otro hombre como si fuera una mujer.

Jesús ama a un varón

El prejuicio parece haber conspirado para ocultar a la mirada del lector al candidato más obvio. La lectura menos forzada del texto es que además de amar a sus discípulos, Jesús también tenía un amado, para quien él era el amante, y que la relación era evidente para las personas que conocían a Jesús. Lo sorprendente de la lectura heterocentrada de la Biblia es que se menciona cinco veces que Jesús tenía un discípulo amado, con o de varón. Y nadie quiere verlo. A lo largo del Nuevo Testamento se encuentra escrito literalmente como “aquel que Jesús amó”. Y si bien Jesús es puro amor, lo más llamativo es que, con una sola excepción, el único Evangelio en que se dice que Jesús ama a otro ser humano es en el Evangelio de Juan.
Conversamos con Thomas Dixon Hanks, pastor norteamericano de 81 años co-fundador y ex director del ministerio multicultural de minorías sexuales Otras Ovejas. Thomas es norteamericano pero reside en Buenos Aires desde hace casi treinta años. Y estuvo en el closet hasta en enero del ´89 donde no quiso dar un pasito, sino crear una estampida: envió una carta pública a sus colegas, amigos y amigas donde le agradece a Joyce, su ex esposa feminista lectora de primera mano de Simone de Beauvoir, “quien guardó fielmente un secreto difícil y compartió veintiocho años de convivencia a pesar del gravoso costo emocional”

¿Quién era el discípulo amado?

Para mí, Juan. Hay muchos libros que lo discuten. Pero no creo que sea una pregunta tan importante. Me parece mejor cuál era la relación entre Jesús y el discípulo amado, cuestión que muy pocos teólogos se han planteado. Se preguntan quién es el discípulo que Jesús amó pero aparece un bloqueo ideológico que no les permite plantearse de qué se trataba de esa relación.

¿Y cómo era la relación entre Jesús y Juan?

Sexual. Si en la cultura de aquel entonces alguien llegaba a los treinta años sin casarse ni producir hijos me parece altamente probable que tenga una orientación no heterosexual. La presión de ese tiempo, y como ahora en muchos círculos, era producir herederos para dividir la propiedad. En las comunidades cristianas, en los pueblos más chiquitos también se tenía hijos para tener gente trabajando en la agricultura. En ese sentido, Jesús desafió la masculinidad de su época.

¿Vos decís que era queer?

Yo uso queer en un sentido distinto. Mi viñeta favorita de Mafalda es esa que tiene el globo al revés. Para mí es eso. Queer es el subversivo, el que no acepta lo que todo el mundo dice que es cierto y plantea otra óptica o visión del mundo. Obviamente creo que Jesús hizo esto en muchos sentidos, sin importar demasiado su orientación sexual.

¿Y cómo es que desafió la masculinidad de su tiempo?

Para los greco-romanos el varón debía matar a toda la gente posible, tener sexo con todas las mujeres y producir todos los niños posibles. Y viene el cristianismo con esto de que hay que ser eunuco, lo cual era una especie de reducción en la idea de ser varón. Esa discusión sobre qué es ser varón o cuál es el ideal de masculinidad fue una lucha que duró varios siglos. La teología feminista está estudiando estos aspectos de la masculinidad.

¿Y dirías que Jesús era bisexual?

Muchos escriben libros sobre Jesús casado con María Magdalena, pero cuando vemos las evidencias de la escrituras vemos que ella quiso tocarlo después de la resurrección, él dijo “no, no, no”. Con el discípulo amado fue muy distinto, está acostado con él en tres momentos. La afectividad de Jesús parecería homoreótica.

¿Y la persecución ideológica al respecto, cuando comienza?

Recién en la edad medieval empezaron a hablar de la sodomía como pecado. En la biblia sodoma es un lugar, no un pecado. En esa época, en el siglo V, se empezó a hablar de la sodomía sin definición muy clara, lo dejaron un poco ambiguo con la caracterización “como todo el mundo sabe”. Y empezaron a matar a personas que no fuesen heterosexuales pero en el sentido de producir hijos.

¿Entonces hasta el siglo V todo bien con el homoreotismo?

Boswell, un católico homosexual profesor de historia medieval en Yale, dio el argumento de que en los primeros siglos las distintas iglesias no estuvieron en contra de las minorías sexuales. Escribe un apéndice de la Biblia donde sostiene que hemos mal interpretado los textos. ¿Por qué condenamos el adulterio y no la heterosexualidad en David mientras que en relaciones homoeróticas si aparecen casos de abuso o violación, lo que se juzga es la orientación y no la violencia? En otro libro, publicado un poco antes de que Boswell muera de sida, prueba que hay evidencia de que en monasterios había matrimonios del mismo del mismo sexo. El es el primer académico en hacerse las preguntas que cuestionan la postura bíblica tradicional del Vaticano. Para mí este libro fue trascendental.

¿A qué se debe para vos esta imposibilidad de leer el carácter homoerótico de Jesús?

Bueno, así funcionan las ideologías de sexo y familia. La propaganda de la mayoría domina y elimina las otras alternativas. Por eso hay que hacer cosas.

¿Qué cosas?

Y, si alguien dice que Cristina Kirchner está en contra de los homosexuales y tenemos evidencia en contra, debemos refutar eso. ¿Por qué vamos a estar entregando trincheras de guerras a los enemigos continuamente? Por eso me parece importante acercarse a la gente y mostrar que la Biblia no condena la homosexualidad y contiene más de 20 tipos de formaciones familiares que no son la nuclear.